Sunday, December 16, 2018

La mujer suburbana.

Tiene cuarenta y cinco años y tres remeras negras de Die Toten Hosen, todas identicas, las usa veintisiete días al mes. Esta separada y tuvo dos hijos, con el mismo hombre que la abandono por otra chica que también usa remeras rockeras, catorce años menor que ella. Lo sigue amando. Hacen el amor cada vez que el trae la mensualidad, lo que dictamino el juez que le correspondía, los primeros Martes de cada mes. Lo hacen en la mesa de la cocina, en el baño, en el pasillo, contra la parrilla que hay en la terraza. Nunca en la cama, ella no quiere su olor, el olor de ellos impregnado en el colchon. Tendria que tirarlo, y no tiene dinero para comprar otro. Ya quemo el anterior, el que era de ellos, el que compraron en cuotas en WalMart con la tarjeta del padre de ella. Antes que el empiece a gastar el dinero en merca, el deseo en palizas de madrugada, los poemas de amor en una compañera de la facultad.
Ella todavía lo ama, hay amores y amores, piensa mientras le prepara la leche a sus hijos.
Los primeros Lunes de cada mes se tiñe las canas de rubio con un cepillo de dientes viejo, e imagina frente al espejo que el vuelve, que ella se enferma y el la cuida, le toma la fiebre, le hace pure de zapallos, sopa de verduras, te con limon.
Quien sabe.
Quizas.
Algun día, demasiado tarde.

Friday, December 14, 2018

Chica del Sur.

Lleve a mi boca
el panal más dulce,
y un enjambre de avispas
invadió mi mente. 
Caí sobre el asfalto mojado
y las aves curiosas se juntaron al verme.
Llenaron mi boca con migas
hicieron nidos en mi vientre, 
pasaron noches y días 
hasta que pude verte.
Chica del Sur
estrella de mar
trago de veneno
sol en el poniente.


Saturday, October 27, 2018

Ojos de morfina ( extracto de la novela vacaciones en Amsterdam)

Salgo a la calle, dejo el salón Cheetah detrás, les hice un gesto de salir a fumar, la hermana del diablo ni me miro, tenía en la boca la verga de Josecito, los ojos cerrados, el si me miro y con sus pulgares alzados se despidió.
Necesito tomar aire, estoy transpirado, repito mi nombre tratando de calmar mi corazón que hace fuerza  para salir de mi pecho, para emigrar de esta existencia.
Pablo, tomo aire, Pablo, susurro mi nombre apoyado contra la pared de un supermercado chino. Cierro los ojos y siento el viento de la noche, tibio, el smog entrando por mis fosas nasales irritadas. Tanteo la bolsa que me queda en el bolsillo, pienso en tirarla a la basura, es menos de un gramo, y no me siento nada bien. Me duelen hasta las luces de las vidrieras, me duele la música que viene desde las ventanillas abiertas de los autos. Quiero estar en mi casa, ducharme, meterme en mi cama, ver porno, masturbarme y dormirme. Pero no puedo pensar en toda esa quietud, transpiran mis pies dentro de mis zapatos, mi boca está seca.
Una enfermera se acerca y me pide fuego, lleva una campera de cuero sobre su ambo azul,  sus ojos están delineados de negro,  me recuerdan a los de Gloria. Enciende un cigarrillo y al devolverme el encendedor me señala y dice:
- Me gusta ese puntito.
Me toco el lunar que tengo debajo del ojo izquierdo, rio nerviosamente:
- Es un lunar, respondo.
- Me gusta como te queda.
- ¿Me podes medir el pulso?

Ella me volvió a mirar fijo con esos ojos que me recordaban tanto a los de Gloria,  por un momento me olvide de todo.

- Hola, que tal, me llamo Laura. Si, soy enfermera. Dame tu mano.
- Pablo.

Extendi mi mano helada y Laura apoyo dos dedos al costado de mi muñeca. Y nos quedamos callados, mientras sentía mi propio pulso en sus yemas. Y en su mirada delineada y sus labios que sonreían, en su pelo negro y lacio que brillaba como un espejo y apenas le tocaba la nuca, me extravie.
Me besa. Profundamente. No se entiende porque nos miramos de esa manera. Todo es un romance instantáneo.
Me besa la boca. Me lame los labios, me besa el lunar.
Me dice con sus labios contra los míos que necesita usar el baño, y volvemos a entrar al antro desalmado con paredes de animal print. Ella me agarra de la mano, me lleva, soy su perro, o ella mi lazarillo.
Los mismos borrachos en la misma oscuridad, siguen ahi, esperando la muerte. La hermana del diablo también, se interpone en nuestro camino y dice:
- No sabía que habías venido con tu acompañante terapéutico.
Laura responde:
- Soy su enfermera, el pobre tiene un cáncer terminal y no sale a ningún lado sin mi, tiene miedo de morirse sólo.
- Ah.. Me imagino que deben cojer como locos entonces, no hay nada que me caliente más, que la muerte.
- Ni hablar, dice Laura con una convicción que aceleró mi ritmo cardíaco.
Suelta mi mano y se va al baño, vuelvo a meterla en el bolsillo y saco la bolsita perfectamente anudada, le digo a la hermana del diablo que antes de morir quiero darle mi herencia en vida, dejo la bolsita en la palma de su mano, que ella cierra como la boca de un lagarto atrapandome como a una presa.
Me habla de cerca y puedo oler con mi nariz de hielo  a Josesito en su aliento a esperma.

- Hermanos para siempre.¿ De que signo sos?
- Aries, digo.
- Ah, con razón, está la luna llena en Aries, con razon yo sentía algo raro en el ambiente.

Hizo un gesto con las manos, disipando telarañas invisibles, yo pensé de nuevo en la verga gorda y mogolica de Josesito. En su boca, por dinero, detrás de una batería, Slayer, los milenials, raro.
Pienso en la gente que justifica todas sus miserias culpando a la luna, y no saben ni que mierda es la luna, o a sus padres, aún más desconocidos que el puto astro celeste que inspira a los poetas y a los astronautas.
De golpe Laura aparece e interrumpe mis pensamientos.
- ¿ Y la loca? Pregunta mientras me pasa una mano por la espalda.
Miro a mi alrededor y no la veo, desapareció.
- ¿ Cómo sabes que está loca ? Le repregunto.
- Mirá, si ladra y  muerde, es un perro, Pablo.
Esa verdad, sumada a la mano en mi espalda, mi nombre en sus labios como si lo hubiese pronunciado cientos de veces, me volví loco. Suspire. Por primera vez en mucho tiempo.
Caminamos por la avenida Santa Fe de la mano, me dijo que debería irme a dormir a su casa, un departamento de tres ambientes en un noveno piso, frente al zoológico. Lo habia heredado de un viejo militar al que cuido hasta los últimos días de su vida:
- Un puto lindo, dijo, pero un milico al fin.

La noche había sido tan absurda que lo único que me recordaba que estaba despierto era el olor a bosta que traía el viento desde las jaulas que se oxidaban bajo un cielo vacio de estrellas, desde el balcón mirabamos el mundo, ella me acaricio el corazón.

- Tranquilo Pablo. Vas a estar bien.
- Mi corazón no lo sabe.

Ella me beso las palmas de mis manos transpiradas, y las llevo sobre sus pechos. Cerró sus ojos, y estiró el cuello. La senti viva, extraña como un animal que desconocía,  debajo de su uniforme azul ardía, había fuego.
Volvió a besar mi boca seca y se fue a dar una ducha, yo me quedé en el balcón viendo como el fantasma de Cecilia desnudo desfilaba para mi, saltando  una y otra vez al vacío.
No siento el cuerpo, no siento nada. Subido a una montaña rusa emocional, soy el hombre más solo del planeta, y pienso también en la posibilidad de saltar detrás de ella, de su fantasma.
Ella hizo lo que pudo, el viento me aturde,trato de perdonarla, no puedo, no tengo ni siquiera humanidad para llorar, me pego a la pared cierro los ojos. Respiro. Pienso en algún buen recuerdo y no lo tengo, la memoria selectiva fue borrando todo, sólo queda la miseria apilada en los rincones de mi mente, como polvo, y cenizas de huesos.
Laura regresa envuelta en una bata de toalla rosa, el pelo mojado, las pestañas aun humedas, trae una jeringa en la mano y una ampolla en la otra. Me dice que confie en ella, estiro mi brazo, no hay pensamientos paranoicos, su bata se abre y sus pechos quedan al desnudo, me besa el hueco interno donde se pliega el brazo, ata el cinto de toalla a mi carne, me inyecta el liquido de la ampolla  y vuelve a repetir que confie en ella. No siento dolor. Me acaricia, me dice que soy lindo, me dice que me ama. Ahora si tengo pensamientos paranoicos, mi confusion es placentera, ella no sabe que tipos de pensamientos tengo: desde que me va a quitar un riñon, a pensamientos sobre canibalismo, me va a mantener vivo y va a devorarme de a pedazos con el correr de los días.
Ella empieza a contar desde veinte en escala descendente.

- Ojos de morfina, susurra.

Yo sonrio. Soy un feto adulto que se queda dormido.

  • A la mañana siguiente llovia a cantaros, el ruido de un trueno me levanto, lentamente, abri un ojo, el otro estba pegado al colchon, estaba recostado, hundido, como si hubiese caido desde el cielo a un colchon, sin medias, en un boxer negro, la boca y la garganta secas, las tripas vacias, no entendi el trueno, pero me desperte, era de dia. Me costo levantarme, me sentia pesado, como si hubiese llegado a un destino incierto, agotado, pero al final de un camino.
    Laura aparecio desde la cocina, llevaba puesta la parte de arriba de una bikini negra, y un short de jean azul, tambien estaba descalza. 

    - Te desvesti porque estabas transpirando demasiado, dormias como un bebe en una noche de verano.

    Mientras erguia mi cuerpo, encontrandolo mas alto que de costumbre e hilaba los sucesos de la noche anterior en mi mente, Laura fue hasta la cocina y trajo un vaso enorme de agua, me lo extendio diciendo que era filtrada, yo le respondi que el filtrado era yo, y ella volvio a responder :

    - Un infiltrado sos. 

    La mire y sonrei, volvio a perderse en el pasillo y me alcanzo una toalla,:

    - Date una ducha y preparo el desayuno.

    Agarre la toalla y camine hacia los ventanales que daban al balcon, llovia torrencialmente, estaba pesado, una lluvia tropical caia sobre la Sociedad Rural Argentina, y algunos gauchos bajaban de taxis, agarrandose los sombreros debajo de los paraguas.
    Habia aprendido a odiar la lluvia, en Amsterdam era cosa de todos los dias, pero desde que llegue se habia convertido en un fenomeno natural que traia consigo una cuota de romanticismo que le daban hasta las luces frontales de los taxis brillando en el asfalto mojado de la avenida. La lluvia era Amsterdam, era la ausencia, eran esos cuatro años arriba de un caballo loco y sediento esperando que llegue una tormenta para saciar su sed.

    - Hoy hace seis años que volvi de Amsterdam, dije, y al mismo tiempo repare en lo estupido y desubicado de mi comentario.

    Laura me miro con cierto desconcierto, me dijo que ella habia ido en los noventas con los padres. Yo no dije mas nada, le di la espalda, para mirar esa lluvia, la mas hermosa que hubiese visto antes, abri la ventana y la respire, me llene los pulmones del aroma de la piedra caliente mojada, de tierra. Ella vino hasta mi, rodeo mi cuello con sus brazos, apoyo su boca en mi hombro y respiro conmigo.
  • - Sos carnivoro ? 
  • - Tenes algun trastorno de personalidad ? . Respondi.

Estallamos en una carcajada. 

- yo soy muy simple, lo unico que necesito son tres cosas:
1. Un hombre heterosexual ( no me gustan las cosas raras) quiero un hombre.
2. Cerveza fría
3. Un animal muerto en mi plato todos los días. Me gustan las proteínas. 
Yo soy asi, medieval, dijo. No tengo ningun trastorno, lindo mío. 


Casi un oximoron.
Cuando sali de ducharme le pregunte si me seguia amando, y me respondio repreguntandome si era carnívoro.
Esa mañana preparo un desayuno ingles con embutidos, huevos fritos y porotos, me conto que era enfermera por herencia, en su familla las mujeres son maestras o enfermeras, aparte de dedicarse al cuidado de los enfermos, en sus ratos libres trabajaba de barwoman. Brindamos con Bloddy Mary, era tan absurdo, tan real, filoso, atemorizante, empezo a jugar con sus pies en mi entrepierna, me dijo que no me habia secado bien la espalda.
De a poco la tormenta empezaba a calmarse, afuera.





Friday, September 14, 2018

Feos y horribles

Cuando acomodó su cabeza en mi hombro y nos abrazamos, fue como sentir a un reptil de mi tamaño abrazandome. Contra mis jeans, contra su campera de cuero, la piel fría  y el olor a tabaco en las yemas de sus dedos que recorrian mis labios como los de un ciego, tratando de leer las instrucciones para hacer el nudo de una horca.
 Volvi a sentir a todas las cosas vivas, y el mundo dejo de ser un cementerio de palabras.
Nos miramos a los ojos en el espejo de la planta baja, éramos dos exploradores afiebrados en un planeta de flores plásticas y luces dicroicas.
Mi pija estaba viva.
Ya no me pertenecía.
Era un gorrión, un hámster, el cachorro de un gato atrapado en mis calzónes.
El espejo del ascensor nos volvió a encontrar, un poco mareados, con náuseas, estaba amaneciendo y la noche había durado setenta y cuatro días. Todo era tóxico.
Puso las llaves en la cerradura sin dejar de mirarme ni de sonreír, al mismo tiempo que la agarré por atras con ambas manos , separando las nalgas como quien trata de partir una sandía en dos, y le acomode mi pija, el hámster, el cachorro de gato, el gorrión, justo en la entrada de su culo. Me pidio que pare, me pregunto que hacía, y de un sólo movimiento con sus caderas, me hizo retroceder dos pasos.

El departamento estaba lleno de luz, era un monoambiente con vista al sol, desde la calle entraban los sonidos de taladros y sierras de una obra en construcción.
Éramos otros, pero estábamos encendidos, como el corazón de un volcán dormido.
Los muebles tambien eran otros, había frases de amor escritas con fibra sobre los vidrios del ventanal, un bolso lleno de ropa que no me pertenecía, colillas de cigarrillos negros en los ceniceros, y otra vez esa estúpida sonrisa hipnotizandome.
Se desabrocho tres botones de su camisa para mostrarme un tatuaje de David Bowie en su hombro izquierdo, que aún no había terminado de cicatrizar. No llevaba corpiño y el duque blanco quedo opacado frente a la presencia de su teta blanca, su pezón erguido, plástico, amenazante.
Mire a mi alrededor, la cama revuelta, una guitarra criolla arriba del placard, una sanguchera electrica, plantas de interior que no eran nuestras, de ella.
Le dije que no, y David Bowie me miro desconcertado con sus ojos que eran dos microheridas.
Me vine a despedir, dije.
Fue hasta la puerta y la abrio, bajamos por el ascensor en silencio mientras ella volvia a abotonarse la camisa, abrio la puerta de calle, y sali.
Los obreros seguian taladrando el asfalto, hubiese preferido otro final, pero la vida no es un cuento que yo escribo.






Tuesday, August 28, 2018

Dencromina.

Dios prefiere al hombre que elige hacer el mal, antes que al hombre que es obligado a hacer el bien.  ( Anthony Burguess, La naranja mecanica)


Miraba con precaución
procurando no ser visto,
en calma
y quietud,
reposando sus ojos en los de ella.
El peligro lo mantenía alerta,
y llevaba una sonrisa
algo misericordiosa,
como un vicio en la costumbre.
El no sabia como llamar
a eso que su corazon sentía,
era miedo
era amor
era deseo
o aprobación 
( no lo sabía)
Pero una voz dentro de él
le pedia
borrar la línea
que divide
al placer
de la ira.


Sunday, August 26, 2018

La exagerada vanidad.

Me arrastro hasta la costa
vengo de las profundas aguas
donde un dios que no sabe nadar
se ahoga,
mi cuerpo tendido en la arena
me espera
mirandome fijo
como cuando me miro.

Monday, August 20, 2018

Marea.


Señor, la jaula se ha vuelto pajaro. ¿ Que haré con el miedo?
                          Alejandra Pizarnik.



No hay pais
donde no haya cielo
y asi poder olvidarte,
solo el reino de los muertos.
Donde no hay palabras ni memoria
ego
poder
historia
tiempo.
Tendre que borrar
las huellas
con la marea del olvido
si es que no me duermo
con tu nombre entre mis labios
esta pena
ni abrigo.
Abrir la jaula
y soltarte
como
a un pajaro
como al deseo perdido.

Saturday, July 28, 2018

Pasado perfecto.

Memorizaremos todas las palabras
y las colgaremos como fotografias
en la paredes de nuestro abismo.
De madrugada
con el corazon agitandose en el pecho como un animal enjaulado
buscaremos los ultimos rastros que dejamos.
Y donde habia un tesoro
ahora queda un pozo oscuro
como la noche
como el olvido.

Sunday, July 15, 2018

Balada narcisista.

Voy a golpearme la cabeza con una silla, contra las paredes y con una baldosa .Voy a entregarme toda, a fotografiarme desnuda y compartir con el planeta entero mi belleza, mi culo ,mis tetas y concha. A venderme como se vende comida para gatos. Voy a tener sexo con quien me de la gana, sin fijarme en nada, hombres , mujeres, amigos o enemigos. Voy a quedar embarazada de cualquiera, decirte que el hijo es tuyo, preguntarte si vas a dejar de quererme si me lo saco y abrazarme a vos hasta abortar en tu videt y pedirte que te asegures que es un saco gestal y no un miserable coagulo de mi sangre infecta. Voy a verte enterrarlo, prohibirte el llanto, profanar la tumba de un hijo no deseado, de un amor cualquiera, que ni siquiera unia el espanto. Voy a hacerte mil promesas suicidas, llena de culpa y fracaso. Seras mi juguete roto, mi insecto en un frasco atrapado. Seducire al enemigo, al amigo y a mi hermano. A las mujeres de otros, y de los pajeros sere su calvario. Me disfrazare de otra, de alguien con principios y finales, de loca. Te arrojare ceniceros llenos de colillas y bronca y me correre la bombacha, para que veas que no tengo un pelo de tonta. Y en primavera te dejare por un psicopata, que me viole y me llene de trompadas, que me alimente de miedo y de todas esas cosas que dejan marcas que ni siquiera el tiempo borra. Te contare de esas noches de desenfreno, de sexo de a tres, de amor con lesbianas, quiero ver como se quiebra lo que aguanta. Voy a juntar tus pedazos, con lapiz labial dibujarles corazones agrietados y arrojarlos en mi cama, llena de leche de extraños, y mientras tanto empastilarme con calmantes para caballos. Voy a materializar tus traumas y a pedirte dinero prestado. A trabajar de puta el dia menos pensado, o empleada del Estado, es lo mismo para el caso. Todas mis frustraciones juntas te estaran esperando, cuando vuelvas hasta mi como un animal amaestrado. Desconectare el timbre y  al telefono lo mantendre apagado. Esperando tu silbido, bebiendo angustias y llanto. Planeare mi proximo golpe mientras mi amante de turno me la este sobando, y yo repita entre gemidos, esas cosas que de tu boca habre escuchado: te quiero, te amo, sos todo lo que siempre he deseado, quisiera morir a tu lado, sos la palabra cielo y yo la palabra pajaro.

Tuesday, June 19, 2018

Semana de descuento .

Mujeres divorciadas en el supermercado oliendo salames, longanizas y chorizos colorados.
Las observo,
sus caderas.
Sus dedos apretando los embutidos
sus fosas nasales temblando.
Camino entre las góndolas de las golosinas
Y no las pierdo de vista,
sus culos
sus tetas cansadas de amamantar
sus ojos cansados de tanto mirar.
Son señoras separadas con hijos
con la bombacha gastada
y el elástico vencido como el deseo de ser profe de patín.
Me las cojo con la mirada
ellas me desean
Soy un hombre maduro sin alianza de bodas
y la barba de tres dias
Me relojean la pija
quieren olerme ahi,
El sueño del príncipe azul empezó a quedarles chico,
no les entra más.
Hacen zumba. Aquagym, danza arabe,
y nada,
Por eso me quieren a mi
Tan generación X
Tan de película indie
De publicidad de zapatillas para andar en patineta
Un cazador de vampiros de Netflix
El hijo de puta que se mueve como una hiena con un envase de shampoo en la mano.
Y ellas,
Liebres carnosas e indefensas,
llenan los changos de leche descremada,
y deseo.

Sunday, June 17, 2018

BDSM

Mi mujer quiere que sea su amo,
me pidió sumisión.
Cualquier cosa menos limpiar la casa
o lamer mis zapatos.
Me pidió que la llame Nena,
empezo a tratarme de usted.
La anote en un curso de zapateo americano los sábados por la mañana
la acompañaba y me quedaba mirándola en un rincón del salón de parquet,
me obligaban a quitarme los zapatos.
Ella hacía un gran esfuerzo por complacerme,
se volvió la mejor alumna del curso.
En la muestra de fin de año se vistio de hombre,
hizo una coreografía de Fred Astaire
el público la ovaciono
se paró de sus butacas y aplaudió a rabiar.
Ella lloro,
lágrimas de felicidad
yo
de amor.


Sunday, May 13, 2018

Cicatrices. ( extracto de la novela Vacaciones en Amsterdam)

Boca abajo sobre la cama, desnuda, lee en voz alta sobre los beneficios de comer palta. Nunca habia visto un cuerpo tan perfecto, como de bronce, parecía no importarle estar asi, el otoño por fin habia llegado y se hacía sentir en la habitacion . Pidió que encienda la estufa, pero tampoco tampoco hacia tanto frio, me miro sobre su hombro con algo de desprecio, mientras yo le daba sorbos al cafe negro que apenas podia tragar de lo caliente que estaba. 
Apoye la taza en el suelo, llevaba despierto ya unas horas, me acoste vestido sobre ella, le bese el cuello, la espalda, las nalgas, muslos, detras de las rodillas, ella seguia leyendo en voz alta, ahora sobre los beneficios de la semilla de Chia, de vez en cuando le mordia la carne apenas, ella reia y me espantaba con su culo como una yegua a una mosca. Cuando llegue a sus pantorrillas mis labios encontraron una cicatriz con la forma de un carozo de durazno, apoye la yema del dedo mayor para sentir la textura de la herida.

- Te quemaste con el caño de escape de una moto? , pregunte.
- Me metieron un balazo, respondio.

Se dio vuelta, abrio las piernas, se acaricio una teta , y recogio su exhuberante cabellera toda junta, para mantenerla unida con un lapiz negro, luego me mostro que del otro lado de la pantorrilla habia otra marca, el agujero de salida de la bala.

- Iba en un colectivo, y se subieron tres tipos a robar, iban metiendo todas las pertenencias de los pasajeros en una bolsa de plastico negro: relojes, telefonos celulares, billeteras, monedas y billetes sueltos, pulseras, cadenas, todo, incluso algunas personas se sacaban las zapatillas, las entregaban sin siquiera haberselas pedido. Cuando uno de los tipos se me acerco, yo me quede quieta, nos miramos fijo a los ojos, no se porque, pense que quizas el iba a poder ver algo en mi que lo iba a tranquilizar, a hacer cambiar de parecer. Me puso el revolver en la frente y yo sin dejar de mirarlo, susurrando, le cante una cancion de cuna en portugues. Yo era mas joven, estaba fumada, era una idiota, el mundo es una mierda. El hijo de puta fue bajando el revolver y yo no dejaba de cantar, me lo paso por los labios, el menton, fue bajando hasta mi concha, lo apreto contra mi sexo y dio un paso hacia atras, despues me disparo. Creo que en el momento ni el se dio cuenta de lo que hizo, los otros dos empezaron a gritar, los pasajeros a desesperarse, todo se puso denso, yo me quede muda, lloraba sin sonido, me caian las lagrimas y la sangre brotaba como en una pelicula de terror mala.

Me sente en la cama y le alcance la taza de cafe que aun seguia humeante, ella continuo su relato:

- Estuve meses en una silla de ruedas, la escena se repetia en mi mente una y otra vez, el ruido, el olor a polvora, los ojos del tipo, las manchas blancas en la mano que sostenia el arma. Es intenso estar tanto tiempo en una silla de ruedas, no poder caminar, un balazo te mata siempre, donde sea que te entre la bala, y si tenes la suerte de no morir ( hizo un gesto de comillas con los dedos), nada vuelve a ser lo mismo despues de que alguien te dispara. Te sentis una mierda, despues de esa experiencia me hice vegetariana, empece a sentir compasion por los animales. Todos nos merecemos un balazo.

- Cecilia.

- Cecilia es la chica que se suicido? La estas comparando con un balazo?

- Si.

( continuara)

Saturday, May 5, 2018

Una extralimitacion inamovible.

El general se deshace
su uniforme es un traperio
meriendan los insectos algo mas que su dignidad.
Ha sido la peste
y ahora es mucho menos,
ni ausencia .
Tan absurdo como ese Dios al que deshonró con su ceguera,
y el desprecio por la ley de los principios divinos.
La muerte besa su nombre y todo lo que ha sido, 
el sol tiñe el firmamento de colores festivos,
( una última broma).
Zumban las moscas 
como violines ejecutados por una orquesta de borrachos.
He aqui su destino,
y ya no hay nada que merezca,
ni siquiera estas últimas palabras mías.

Friday, April 13, 2018

Cosas inútiles

Escribir un poema
sepultar a un hijo
renunciar al amor
entregar el cuerpo
y todas sus profundidades.
Con la lengua 
con toda la piel
con el olor corporal
y todas sus secreciones.
Llorar por uno .

Monday, March 12, 2018

Departamento de objetos perdidos.

Lo puedo ver en tus ojos,
todavía menosprecias las mismas viejas mentiras
que escuchaste la noche anterior. 
( Algo estupido como "te quiero".  Francis Albert Sinatra)
                                                                                 

Toque el timbre dos veces, cuando lo hice por segunda vez, la pesada puerta de madera se abrió y ahí estaba parado el diablo. Lo imaginaba un poco más alto, pero exactamente con esa sonrisa.
Me saludo con un beso en la mejilla, y entre el buenas y el tardes disparo una risa nerviosa que lo hizo encantador. Tenia los labios hirviendo y a la vez mojados, pidio perdón por dejarme una aureola de baba en la cara justificando que estaba tocando el saxofón. Su risa es ahora el motor de la mía y mientras le extendia un diminuto paraguas de cartera negro con flores estampadas, dije:

- Espero que te haya vuelto el alma al cuerpo. Nunca se sabe cuando puede llover.
Pero como dijo una vez uno que se terminó tirando debajo de un tren, lo interesante de la lluvia es que siempre te cambia los planes.
- Justo ese fue un día de sol, respondió .
Suena una canción de Frank Sinatra.
El diablo me toma de la mano invitándome a bailar con un sólo movimiento,
una vez en sus brazos soy dueña del infierno.
Nuestros vientres calientes se frotan al danzar, miro sus ojos tan presentes, siento su verga dura como el hocico de un lobo hurgando entre mís piernas a su presa.
En la eternidad no nos quitamos los ojos de encima.
 (Lo prefiero quieto y de brazos cruzados)
Cantamos al unísono something stupid like  i love you, sonreimos y damos trompos, parece una publicidad de cemento de contacto para prótesis dentales.
Somos dos ancianos, los protagonistas de una telenovela que hace picos de rating en el Canal 456 de un planeta aún no descubierto por el hombre. Somos Adán y Eva envolviendo manzanas rojas en papel azul encerado.
Nos enroscamos y nos besamos profundamente, nos saboreamos.
Frank Sinatra renace en esos minutos y su voz se pierde en una melodía de violines.
El diablo no sabe que es no ser el diablo , y yo no se lo hago saber.
Termina la canción y con ella el beso, todo vuelve a ser silencio.
Antes de soltarme del todo, el se queda agarrado del dedo donde llevo mi anillo de bodas. Lo hace latir.

Dice:

 - Poli amor, empieza con poli, de policía,
de político, nunca puede terminar bien .

Trague saliva y le pedí si podía usar el baño, me indico señalando con la uña pintada de negro un  largo pasillo con paredes de mármol.
Trabe la puerta con llave y abrí ambas canillas para tapar los ruidos, por una ventana que da a un techo escape, salte varias paredes, hasta llegar a la rama de un árbol y conseguir mi completa libertad.
Nunca soporte los aforismos, son cosas de pajeros que juegan con las ideas de otros, histéricos que construyen alas de telgopor, gente que se masturba oliendo prendas íntimas usadas, rabinos sin fe, hombres que usan peluca y mujeres con olor corporal.


Sunday, January 14, 2018

La chica de la foto con el Papa.

Graciela del segundo C tiene cáncer. De mama.
Graciela me hablo en la ultima reunión de consorcio, somos amigos de reunión de consorcio, hall y ascensor, a veces de los chinos.
Nos hacemos chistes y ella es graciosa, lleva un pañuelo de Peanuts, la tira cómica de Snoopy. Le falta el pelo y las cejas, esos ojos azul eléctrico y su boca de modelo de los setentas, más hermosa aún se ve que en tiempos en que no estaba enferma. Una fruta asiática, una flor de la selva Formoseña. Su sonrisa de chica judía, esa boca de Amy Winehouse, esos dientes grandes. Me siento atraído por ella, por su piel amarillenta y sus ojeras.
Graciela se muerde la boca, y aunque no somos amigos de verdad, me pide de hablar a solas. Quiere cenar en el segundo C, tomar un vino, charlar, si da, y si no estamos cansados vemos algo en la tele, y le dije que sí y me dijo a las nueve, y sentí un cosquilleo en los huevos, porque hizo la mímica del número nueve con su boca sin emitir sonido.
Graciela cocino arroz con pollo de verdad, de los que hacían las abuelas, la olla bien llena y burbujeante. Me sirvió un plato enorme, ella apenas comió, le dio unos mordiscos a una galleta de arroz ,  la charla fue súper amena, desconocía su habilidad para contar chistes, eran como mamushkas, sumas de remates que al encastrarse le daban un nuevo valor al remate anterior, hasta llegar a un remate final que cerraba perfecto con el primer remate. En fin, su carcajada final, su boca un poco reseca y perfecta .
Quisiera ser pintor para pintar una acuarela de tu boca, le dije con una espontaneidad fingida pero real.
Era una frase absurda, sacada de telenovela de la hora de la siesta . Ella mordió una ciruela y dijo :

- Yo necesito un oncólogo ahora,champ.

Fue la primera vez que me dijo champ, tuve una erección inmediata. Y temblé.
( continuara )