Mujeres divorciadas en el supermercado oliendo salames, longanizas y chorizos colorados.
Las observo,
sus caderas.
Sus dedos apretando los embutidos
sus fosas nasales temblando.
Camino entre las góndolas de las golosinas
Y no las pierdo de vista,
sus culos
sus tetas cansadas de amamantar
sus ojos cansados de tanto mirar.
Son señoras separadas con hijos
con la bombacha gastada
y el elástico vencido como el deseo de ser profe de patín.
Me las cojo con la mirada
ellas me desean
Soy un hombre maduro sin alianza de bodas
y la barba de tres dias
Me relojean la pija
quieren olerme ahi,
El sueño del príncipe azul empezó a quedarles chico,
no les entra más.
Hacen zumba. Aquagym, danza arabe,
y nada,
Por eso me quieren a mi
Tan generación X
Tan de película indie
De publicidad de zapatillas para andar en patineta
Un cazador de vampiros de Netflix
El hijo de puta que se mueve como una hiena con un envase de shampoo en la mano.
Y ellas,
Liebres carnosas e indefensas,
llenan los changos de leche descremada,
y deseo.
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