Sunday, June 19, 2022

Carnepodrida.com

El enano de los cuarenta y tres millones de seguidores, dispara una ametralladora vestido de Pikachu y todos lo adoran. Todos comparten el vídeo del pequeño hombre con cara de bebé, tirado en el piso junto a una Uzi humeante llorando de la risa en su traje amarillo. El, sentado en su pequeño inodoro en la soledad de un domingo por la tarde observa en su teléfono celular el vídeo mientras una lágrima caliente le atraviesa sus mejillas rosadas.

La morocha con el pelo planchado de la webcam, con los labios apretados como el pico de un pato, abriendo las fosas nasales y metiéndose una banana en el culo mientras fuma cigarrillos rubios para un escocés que le paga en moneda extranjera. Horas más tarde pasea por el zoologico municipal con su sobrinito que le pregunta si pueden ir a comprar bananas para los monos que van y vienen aturdidos, en una jaula oxidada por el tiempo .

La fila de imbéciles que pagan fortunas por un vermouth obrero en un barrio de vidrieras y muecas falsas de selfies. Todes, arreados por las modas, las pandemias, y cualquier otra cosa que termine en diseño. Alguien tiene que diseñar su vida por ellos. Y su muerte.

Los movimientos sociales con los calzones cagados acampando frente a la casa de gobierno, y los políticos haciendo sombras chinescas en la oscuridad. Banderas, cumbia, humo de chorizos, gaseosa de segunda marca, vino en caja. Estampitas, ataúdes de madera de pino, y restos de plástico y cartón que trae el viento sobre las lápidas en un cementerio del conurbano.

Los millonarios, sus prolijas vidas ordenadas, perfumadas y traumadas. Alienados, en sus autos caros que huelen a bronceador, haciendo Kite surf, snowboard, snorkel y equitación. También, haciendo fila, otra.

La clase obrera viajando con los ojos rojos, en trenes repletos, con las butacas tajeadas como sus sueños. El silencio lo destruye un coro de vendedores ambulantes, mientras el tren se pierde donde se apila la basura, junto a las vías de una estación que debería llamarse destino.

El dj del momento, los vendedores de fórmulas mágicas, los sabios que inventan muertes artificiales, más higiénicas. Los gamers, las lesbianas que se casan por iglesia y se van de luna de miel al Vaticano a besarle la mano al papa.

Los terraplanistas, los militantes de la vacuna, los negacionistas, los que nacieron en el cuerpo equivocado y van a morir en el cuerpo equivocado cómo quien nació en Burzaco pero sueña con morir en un chalet de Montreal mirando los picos nevados.

La identidad y tu lista de Spotify, la gente que hace cola en las farmacias y los supermercados, la población uniformada con un disfraz a medida. Los gurues y sus fieles, los que se preguntan que hay, que hubo y que habrá. Los que son presente, ahora, nunca.

Los nadie, yo, carne podrida punto com.



Thursday, May 26, 2022

Micromuertes.

Un humanoide funcional , todo depilado.

El guante donde esconde la huella el asesino, 

que como el olvido,

no deja rastros.

Una puta con Alzheimer , enamorada de cada hombre y de cada uno de sus bienes materiales.

La enfermera del psicopata, la mucama de los ricos.

La ex de todos, la única, la peor, la más famosa que la muerte .

Gastada y besada como la estampita de un santo en las manos del enfermo terminal.

Una pila de huesos pudriendose en un ataúd enterrado dos metros bajo tierra, la identidad que acepto verdades como si fueran ciertas, tallado sobre el mármol tu nombre en una larga fila de  muertos, de nadies, de nada . 



Wednesday, May 25, 2022

Dex y el amor romántico.

 Pude volver a cocinar berenjenas al escabeche sin llorar, y encima llueve. Desde que me aleje de Luis y dejé de espiar sus redes sociales, es la primera vez que no lloro en un día de lluvia. Fueron cuatro años absurdos, me deje seducir con su forma de vestir y la manera en que sonreía. Eran sus épocas de adicto, trabajaba en una inmobiliaria y fue quien me alquilo el monoambiente sobre la avenida Triunvirato. 

Yo sabía que el tenía un romance con la esposa de su socio, heredera de un imperio inmobiliario , pero supuestamente el día que me conoció e hicimos el amor sobre el parquet recién lustrado de mi futuro hogar, ese día , nunca más volvió a ponerle un dedo encima. Yo la odiaba a ella, veía los carteles de alquiler y venta en todos los barrios, su nombre y apellido en todas partes. Ella era tan víctima como yo, porque el le envíaba a ella los mismos links de YouTube, las mismas canciones de amor. Y lo sabía porque una noche la contacte via facebook, y hablamos durante horas de el. Con rabia , con deseo y dolor, nos tuvimos la lealtad de los enemigos.  Pensaba si el también tomaba merca cuando estaba con ella, a mí no me gustaba que lo haga, pero ya era parte de él, un hombre roto. Al principio me decía que era solo uso recreativo, pero después me di cuenta que era un adicto, y fue corriendo mi límite, cada vez más lejos . Una vez me pidió que lo penetrara con un pene de plástico, y después fueron como mil más , diferentes penes de distintos tamaños y texturas. Mi preferido era uno de color fucsia, era perfecto, yo me sentía un robot hermoso, de carne y látex, del color de la piel de un humanoide. Le pedía que me llame Dex, en vez de mi nombre . Dex soy tuyo, soy tu esclavo, tu juguete, Luis devoraba con su culo mi gran verga de latex fucsia. Y eramos inmortales. 

Aunque nuestra relación estaba basada en el miedo y en la inseguridad, el mal amor era sólido como una roca en el fondo de un oscuro océano. Éramos dos idiotas creyéndonos importantes, únicos, semidioses. Yo accedía a cada uno de sus caprichos, hasta que eso ya no era suficiente y el lloraba en mi  regazo pidiéndome  perdón . Pero yo había tirado por la ventana del auto los agnolotis  negros de salmón ahumado, harta de escuchar sus mentiras, de saborear la cocaína en sus besos y ese sabor a lubricante de preservativo que tenía cuando se la chupaba. Luis era un monstruo y yo era su escudo humano, el iba por el mundo heteronormativo paseando con su novia de la mano, preparando asados y bailando cumbia bajo el sol, haciendo esas cosas que hacen los hombres normales, hablar de fútbol y lavar el auto durante horas. Vaya una a saber que historias retorcidas ocurrían a mis espaldas, cuando desaparecía, cuando se encerraba durante días de insomnio a volverse una estatua a la que se le caen los mocos frente a la play station. Quien lo abrazaba en esas noches, quien lloraba en silencio junto a su cuerpo dormido con la concha empapada, contra el agujero dilatado de su culo roto. Pero yo, terca, programada desde mi infancia por esas novelas románticas, y esas películas estupidas de amor, le hacía collages con revistas viejas, y proyectaba viajes que nunca sucedian , mientras el dormía interminables noches, después de una semana en estado de vigilia. Esto no era lo que soñe, y ni siquiera sabía que era el principio, de todo lo peor que estaba por suceder . Con el tiempo él fue perdiendo la cabeza, y yo mi cordura. Luis fue corriendo mis límites, todos los días un poco, como un pastor que hipnotiza con las palabras a una niña que nunca encontró la fé. El decía que me amaba, me decía baby, pipi, cosita, amore, bella. Siempre alguna comida rica nos esperaba y la cama lista para hacer el amor. Una vez encontré las sábanas manchadas, unas gotas marrones y secas de mierda. Yo pensé que el habia estado engañandome en su propia cama, y no dormí en toda la noche. A la mañana siguiente pregunté, y me dijo:

- Dex, no seas celosa, el culo sucio lo debes tener vos. No estuve con nadie,  ayer a la tarde dormí una siesta con el juguete . ( Así llamaba Luis a mi hermosa pija de plástico fucsia ) Tengo que lavar las sábanas.

Que imbécil fui. Adicta al mal amor. Solo dios sabe a quien pertenecia ese rastro marrón que había quedado a los pies de la cama. Busque pelos en la pileta del baño y en la bañadera, algún pedazo mínimo plástico del envoltorio de los preservativos, alguna pisada que no me pertenezca, un rastro.

Se ha romantizado la palabra violencia con el término " tóxico", paradójicamente suena violento decir que una relación es violenta.



( Continuara )






Saturday, February 26, 2022

El plástico es fantástico ( parte 1)

 La portera de mi edificio se llama como alguien que quise mucho, le faltan algunos dientes y se esta quedando pelada . 

Me dijo ayer mientras lustraba el espejo del ascensor que no tiene ni para cigarrillos, que le tuvo que comprar la guitarra eléctrica al nene que estudia en el conservatorio pero que a el le gusta la música pesada . 

Yo prepare ñoquis caseros, hice de mas, así que los que sobran los meto en un Tupperware y se los llevo.

Ella abre la puerta ,me agradece y se emociona , puedo ver a su hijo mirando el noticiero, pálido, con una remera de Slayer, lleno de odio y ansioliticos por ser el hijo de la portera y vivir en este edificio de mierda. 

Me dice hijo, me dice que soy buena gente , yo me regocijo en toda su alabanza, me escupe algo diminuto en el pómulo, creo que es un pedazo ínfimo de maní que ella venía masticando. No quiero pasarme la mano por la cara, pero lo siento húmedo y pesado ahí, como si fuese una mosca cagando en mi cara, un pedazo de mierda fría , me imagino en mi baño lavandome la cara con jabón y todas mis fuerzas, con los ojos ardiendo llenos de espuma y yo tanteando en la oscuridad de mi momentánea ceguera por una toalla, y extendiendo mis manos encuentro dos tetas enormes como la cabeza de un dogo , es ella, la portera. 

Vuelvo a la tierra, sigo ahí, en el marco de la puerta, parado, sin escuchar nada, ella llora no se porque, me invita a pasar, le digo que no, insiste, cinco minutos, el hijo gira su cabeza y me mira a los ojos, es un vampiro con acne y un leve retraso mental. Ahora el insiste que pase. 

Un porro y te vas, dice.

La portera sonríe cubriéndose la boca con las manos, un porro y te vas, insiste ella.

Como un porro? Fuman porro?

Doy un paso, pido permiso, y una vez dentro del departamento que huele a perro mojado , me siento atrapado y me arrepiento de todo, de los ñoquis y de haber nacido.

(Continuara)

Tuesday, January 18, 2022

Dog food.

 

Todos los para siempre rotos

la eternidad momificada

en un beso.

Oh repugnancia de lo eterno!

Por ahora,

sigo acá,

y nada espero.

He visto al sol

hacer su truco

su metáfora mecánica,

su juego.


-Lo único definitivo es la muerte, dijo.


Y yo:

 

- Suerte con eso .