Apoye la taza en el suelo, llevaba despierto ya unas horas, me acoste vestido sobre ella, le bese el cuello, la espalda, las nalgas, muslos, detras de las rodillas, ella seguia leyendo en voz alta, ahora sobre los beneficios de la semilla de Chia, de vez en cuando le mordia la carne apenas, ella reia y me espantaba con su culo como una yegua a una mosca. Cuando llegue a sus pantorrillas mis labios encontraron una cicatriz con la forma de un carozo de durazno, apoye la yema del dedo mayor para sentir la textura de la herida.
- Te quemaste con el caño de escape de una moto? , pregunte.
- Me metieron un balazo, respondio.
Se dio vuelta, abrio las piernas, se acaricio una teta , y recogio su exhuberante cabellera toda junta, para mantenerla unida con un lapiz negro, luego me mostro que del otro lado de la pantorrilla habia otra marca, el agujero de salida de la bala.
- Iba en un colectivo, y se subieron tres tipos a robar, iban metiendo todas las pertenencias de los pasajeros en una bolsa de plastico negro: relojes, telefonos celulares, billeteras, monedas y billetes sueltos, pulseras, cadenas, todo, incluso algunas personas se sacaban las zapatillas, las entregaban sin siquiera haberselas pedido. Cuando uno de los tipos se me acerco, yo me quede quieta, nos miramos fijo a los ojos, no se porque, pense que quizas el iba a poder ver algo en mi que lo iba a tranquilizar, a hacer cambiar de parecer. Me puso el revolver en la frente y yo sin dejar de mirarlo, susurrando, le cante una cancion de cuna en portugues. Yo era mas joven, estaba fumada, era una idiota, el mundo es una mierda. El hijo de puta fue bajando el revolver y yo no dejaba de cantar, me lo paso por los labios, el menton, fue bajando hasta mi concha, lo apreto contra mi sexo y dio un paso hacia atras, despues me disparo. Creo que en el momento ni el se dio cuenta de lo que hizo, los otros dos empezaron a gritar, los pasajeros a desesperarse, todo se puso denso, yo me quede muda, lloraba sin sonido, me caian las lagrimas y la sangre brotaba como en una pelicula de terror mala.
Me sente en la cama y le alcance la taza de cafe que aun seguia humeante, ella continuo su relato:
- Estuve meses en una silla de ruedas, la escena se repetia en mi mente una y otra vez, el ruido, el olor a polvora, los ojos del tipo, las manchas blancas en la mano que sostenia el arma. Es intenso estar tanto tiempo en una silla de ruedas, no poder caminar, un balazo te mata siempre, donde sea que te entre la bala, y si tenes la suerte de no morir ( hizo un gesto de comillas con los dedos), nada vuelve a ser lo mismo despues de que alguien te dispara. Te sentis una mierda, despues de esa experiencia me hice vegetariana, empece a sentir compasion por los animales. Todos nos merecemos un balazo.
- Cecilia.
- Cecilia es la chica que se suicido? La estas comparando con un balazo?
- Si.
( continuara)
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