Me duele el pecho, me pesa.
Me deshago de tu cepillo de dientes, tu
maquillaje
shampoo y crema de enjuague.
Tiro todo en una bolsa de supermercado:
las bombachas, las medias, los aros, el control remoto que me prestaste .
Limpio el drenaje de la ducha de tus cabellos,
hago un ovillo y lo tiro por el inodoro,
apreto el boton y se me cierra el alma,
es una despedida.
Vendo tu secador de pelo en un sitio de
internet.
Dejo pasar los dias
el hambre
el sueño.
Me abrazo al ya, porque el ahora nunca llega.
Soy un lobo herido de muerte.
Una tarde encontré una servilleta de papel manchada de lapiz labial debajo de la cama,
senti tu presencia, tu ira, tu perfume en el
aire, el eco de una carcajada.
La meti en una caja de fosforos
la enterre
en una maceta con un aloe vera.
Pense si podiamos ser amigos hoy y lleve las
sabanas , cubrecamas y fundas de las almohadas al lavadero.
Queme las toallas usadas en la parrilla junto
a los libros, fotos y postales.
Nunca te llame,
No te espere en esos lugares donde siempre
estas:
ni a la salida del trabajo ni en la estación de tren.
Acepto como una novia en el altar tu traicion.
Respeto tu libertad y la celebro en un amargo
silencio.
Eso tambien es amor.
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