La huella del rebaño.

Si el goce es un detalle,

habra que enterrar al deseo

( si aun respira en la cruz )

Arrojar el primer puñado de tierra,

obedecer,

morir con el sabor del veneno ardiendo en la lengua.

Arrastrar los pies hasta la tumba,

preguntarse si esto fue todo

y entregarse a los brazos de cualquiera,

(si el goce es un detalle menor).

Version final.

Es como el laberinto
que existe dentro de las flores,
dulce como la miel con que la madre de Dios amamanta los ríos del paraíso.
Hundo un dedo en Ella
y es una fruta madura,
como esas que crecen en  las profundidades mas oscuras de la selva,
en las copas de los arboles que los hombres aun no conocen,
donde cantan pájaros de plumas azules, verdes y amarillas,
hipnóticas melodías que duermen a leonas, leones
y a los caballos alados que bajan a beber del agua que desde Ella brota.

Esperar.

Esperando,
como quien espera la lluvia,
como un bebe esperando la teta gorda de su madre
en una cabaña iluminada por una vela.
Esperando como un loco espera al mesias,
como una puta a la quinta bola ganadora del loto,
como un remisero espera al dealer un domingo a las 4 am, esperando como se espera un milagro cuando el avion en que viajabas al caribe cae en caída libre,
esperando como quien espera la muerte,
todos los días de nuestra vida.

Arruiname

Arruiname la rima de esta poesía,
arruiname por las noches
y lo que dura el día.
Arruiname navidad,
año nuevo,
Sabados y feriados.
Arruiname el mundial,
que poco me importa,
pero arruinalo igual.
Arruina los recuerdos,
las fotos,
velorios y casamientos.
Arruiname todo,
lento.
Arruina nuestro futuro,
que el presente ya sera un pasado arruinado.
Mis quince minutos de fama,
mis ahorros,
mis aciertos.
Arruina mi voluntad.
Mi libertad.
Mi desapego.
Arruinalo todo,
arruiname el Di,
y el ego.
Y cuando te  asegures que estoy arruinado por completo,
junta lo que queda de mi,
y arruiname de nuevo.

Cuatro horas de sueño.

Voy a dejar un rastro
de pastillas rosas,
desde tu cama
hasta la mía.
Poner gotas de mis  lagrimas
en los agujeros de tu nariz,
para que no te asfixies en esta pesadilla.
Tejer tapones para tus oídos
con la pelusa de mi ombligo,
para que no te despierte
el ruido del tráfico
si es que tienes sueños floridos.
Finalmente trepar a tu cama
como una ola del mar del olvido,
 y te pierdas en él,
en mi,
como una sirena
que mientras canta sueña:
melodias pegasosas,
canciones de cuna,
poesías eroticas,
lamentos
y delirios .

La mujer del otro lado de la vía.

La mujer que vive del otro lado de la vía,
me hizo una mejor persona.
Sobre la losa radiante
bañó mis pies con los jugos que de ella brotan.
No es un Dios,
ni un mesías.
Es solamente una mujer que vive del otro lado de la vía,
en la frontera con Disneylandia.
Y en el mejor atardecer que se ve desde la carcel,
me hizo suyo,
como a un objeto,
y entre sus manos
fui todos los hombres que ella soño.