Ella responde.

La observo comer,
mastica como una jirafa, como un galgo hambriento.
Hay algo primitivo en su masticar. Tan salvaje.

- Come despacio!, le digo.

Me mira con esos ojos
donde hay bosques nevados al amanecer,
traga el pedazo de pollo y arroz
y dice :

- Mis amigas con bebés dicen que los bebés,
huelen al cosmos.
- Al cosmos?
- A ozono.
- Y?
- Me dio a su bebé para que huela. Tenia olor a leche. Y a milanesas fritas.

Estalló de risa,
y el sol también,
en los bosques nevados
de sus ojos.
Rompió el silencio y ladró
meti en su boca tres dedos.
Ella los chupo,
como a una fruta madura,
llegó hasta los dedos de mis pies
cerro los ojos,
dejo caer el tenedor en el plato,
me agarro la mano y la beso,
se pego a ella misma en la cara con mi mano.

- Sos lo peor que me paso en la vida, despues de mi ex.

Dije al mismo tiempo que el vino,
se esparcía sobre el mantel
y se encontraba con el pan.

Ella respondió :

- Vos sos lo mejor que me paso en la vida, despues de mi papá.

La belleza no es un don.

Camino en silencio,

en la esquina un perro callejero vomita

y otro se come el vomito, con ganas, con apuro.

Despues el perro que vomito le lame el hocico al otro perro,

limpia con su lengua los restos de su propio vomito

del hocico del otro perro,

esto me hace bajar la presion.

Empieza a llover,

la lluvia me pega como balas frias,


las nubes negras se desdibujan

caen como tinta desde el cielo, mucha.


Lava las calles

pasa una mujer

apurada

con un diario cubriendose la cabeza

se detiene frente a una pared donde hay dos imagenes,

una de cristo y otra de la virgen Maria.

Mi ropa mojada pesa

se sostiene con mis huesos.

El perro que vomitó

se monta sobre el perro que comio el vomito

una hembra tratando de penetrar al macho.

Un relampago,

un trueno.