La era del individualismo, el fin de las ideologías, el imperio del narcisismo. No quedan revoluciones, conocimos otros mundos que ya no existen y definitivamente este es un espanto. No quedan más aventuras en esta tecnocracia tan cómoda, tan controlada, espiada y vouyerista . El pensamiento colectivo ha muerto, los políticos son títeres, hasta los más atrevidos tienen documentos que los avalan y a la sombra de los estandartes donde mueren sus slogans, cavan sus tumbas en el ciberespacio.
Es tan hermoso morir en manada, en pandemia, en silencio. La nueva normalidad esta tan enferma como todas las demás. Por suerte las ultimas noticias son tan falsas como las promesas de amor que nos hicimos ayer, hace siglos.
Aborto para toda la raza humana, y vasectomias con descuento, solo queda por quemar esta selva, hasta atragantarnos con sus cenizas.