Detrás de tu persiana,
tiemblo con el viento de Julio.
Las luces del zapping de la tv
en los rectángulos diminutos,
azulados
son resplandores atómicos.
Bajo el cielo de Nagasaki,
mi alma esta viva
en un constante despertar.
Nada me advierte,
fui el que sobrevivió
a la dosis letal de veneno,
al encanto,
y al eco de todos los desencuentros.